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Javi Calvo Pérez

Javi Calvo Pérez

Picoa juniperi

Características:

Carpóforo de pequeño tamaño y con forma tuberiforme, como un pequeño tubérculo que crece bajo tierra, para el que se referencia un diámetro de entre 1 y 4 cm, en el caso de nuestra recolecta, el ejemplar de mayor tamaño tenía apenas 3 cm de diámetro. Suelen ser bastante esféricos u oblongos, pero por lo general con forma regular, con hendiduras, sobre todo basales, pero escasas protuberancias. Tiene un aspecto exterior duro y carnoso, a pesar de su tamaño, con un color muy oscuro, que puede ser pardo oscuro o directamente negruzco. Exteriormente su aspecto es marcadamente verrucoso, y en general con similitudes a las trufas de verano.

Peridio duro que se muestra inseparable de la gleba, de color pardo oscuro o típicamente negro, formado por numerosas verrugas poligonales, que resaltan un tanto, pero con la superficie superior aplanada, no piramidal. Los ejemplares jóvenes presentan verrugas bastante pequeñas y apretadas, pero con la maduración estas verrugas tienden a agrandarse y estar más hendidas. Al micro es pseudoparenquimatoso y está provisto de unas estructuras a modo de pelos septados.

Gleba De aspecto muy carnoso y compacta, tiene un color blanco puro que contrasta de forma notable con el peridio negro, la parte fértil conserva el color blanco durante mucho tiempo, y las venaciones estériles tienden a volverse ocráceas con la edad, de vieja toda la gleba es ocrácea. Presenta unos ascos más o menos globosos o subglobosos que tienen hasta 8 esporas, estas son más bien esféricas, a veces no totalmente esféricas, lisas cuando son inmaduras, y finamente verrucosas tras la maduración, detalles que pueden observar en nuestro apartado de microscopía de esta ficha.

Carne que no es otra cosa que la propia gleba, compacta y dura, con un olor que no tiene nada que ver con las trufas, pero que en todo caso es bastante agradable, y con un sabor que nos resulta también agradable, como de frutos secos, y al que encontramos matices similares a algunas especies del género Terfezia.

Hábitat:

Estamos ante una especie que no es excesivamente abundante, pero que si tiene una amplia distribución por la Península Iberica, en el sur y este, a esta especie se la asocia con las cistáceas tipo Helianthemum, de hecho la llaman la chivata en relación a las buscadas Terfezias, pero este no es el caso de nuestra recolecta. Hemos comprobado que en el norte de la península está especie es bastante habitual en las plantaciones de encinas micorrizadas destinadas al cultivo de Tuber melanosporum, hábitat en el que la hemos localizado, donde empiezan a salir en la primavera cuando se acaba la temporada de trufas, por lo tanto no perjudica estas plantaciones al no haber coincidencia temporal. Los ejemplares que sirven para la realización de esta ficha, localizados en la provincia de Burgos, desde abril a finales de junio.

Observaciones:

Especie caracterizada por el marcado contraste de color al corte, entre un peridio muy oscuro o negro y una gleba de un color blanco puro y compacta. Es una especie comestible que se puede consumir sin problemas, pero de calidad limitada, no tiene nada que ver con las trufas, se asemeja más a alguna Terfezia, la Terfezia claveryi, con quien puede compartir hábitat, es mucho mejor comestible que esta especie. Existe cierta controversia con respecto a Picoa lefebvrei, con la que prácticamente no hay diferencias microscópicas, y que para muchos autores se trataría de la misma especie. Morfologicamente muy similar a la rara Picoa carthusiana, pero fácil de diferenciar al micro por sus esporas citriformes.

Pseudaleuria fibrillosa

Características:

Carpóforo sésil, en las primeras etapas de desarrollo con una forma más bien acopada, tendente posteriormente a adoptar una forma más discoidal, sin llegar a ser totalmente aplanada. Es una especie que no tiene un gran tamaño, en el mejor de los casos su diámetro puede llegar a los 3 cm. Su superficie externa o excípulo, es de color anaranjado, pero algo mitigado en su intensidad por la presencia de unos pequeños pelos blanquecinos, además tiene aspecto tomentoso a simple vista. Su margen es muy regular en los especímenes jóvenes, volviéndose algo ondulado en la madurez, pero no excesivamente, y también puede tener pequeños pelos.

Himenio completamente liso y glabro, sin el aspecto tomentoso del excípulo, lo que le confiere un color anaranjado bastante vivo, que apenas se mitiga en la madurez, siendo habitual que el fondo esté algo resaltado por su adaptación al sustrato donde sale.

Pie totalmente inexistente como tal, estamos ante una especie sésil que se asienta directamente sobre el terreno donde fructifican sus apotecios.

Carne delgada y bastante frágil, de color anaranjado como el resto del carpóforo, es insípida y carece de un olor determinado digno de mención.

Hábitat:

Estamos ante una especie que hemos localizado en varios lugares distintos, los ejemplares que sirven para la realización de esta ficha fueron hallados en la localidad de Ubide, en Bizkaia, en la tierra desnuda de vegetación de un bosque mixto, en las proximidades de unos cipreses de Lawson, (Chamaecyparis lawsoniana), también en Abornicano, Alava, cerca de Picea abies. Es una especie gregaria, siempre la hemos visto en pequeños grupos, y es eminentemente otoñal, a pesar de que nosotros la hemos visto cerca de coníferas está referenciada en otros hábitat como encinas o alcornoques. Pensamos que es una especie que no es demasiado rara en nuestro entorno, lo que ocurre es que pasa inadvertida confundida con otras especies más comunes como Aleuria aurantia.

Observaciones:

Especie caracterizada por su color anaranjado vivo, su excípulo tomentoso con pelos blanquecinos y su crecimiento gregario. Muy parecida de visu a Aleuria aurantia, especie que puede llegar a alcanzar mayores tamaños y formas más planas, pero fácil de separar al micro por tener unas esporas totalmente diferentes. Melastiza chateri también se parece, pero sus pelos son más evidentes y negros, tambien su micro es diferente, ninguna de las dos especies tiene esporas lisas, la especie más parecida es la Pseudaleuria quinaultiana, especie americana de esporas algo más grandes y pelos más puntiagudos. La especie que nos ocupa fue incluida dentro de diversos géneros, desde Tricharina hasta Cheilymenia.

Tuber melosporum

  • 22 Febrero 2025 |
  • Publicado en Especies

Características:

Carpóforo con la típica forma que adoptan habitualmente las trufas, a modo de pequeño tubérculo más o menos esférico u oblongo, irregular pero sin adoptar muchas deformidades, si bien es cierto que no es raro que presente algunas grietas. Tiene un color predominante pardo más o menos oscuro, con matiz rojizo en algunos ejemplares, y en otros más netamente negruzco, incluso manchado con zonas más oscuras a veces, bastante variable en este aspecto. No es una especie que se caracterice por tener un gran tamaño, el diámetro suele oscilar entre 1 y 4 cm, no siendo descartable poder encontrar algún ejemplar algo más grande de forma excepcional.

Peridio formado externamente por placas más o menos regulares por zonas, siendo estas planas y no piramidales como en otros Tuber, de color pardo rojizo o negruzco. Está formado por dos capas que se solapan, sin que haya una linea definida que la separe, una externa pseudoparenquimatosa, formada por hifas angulares, y otra capa interna más intrincada, con hifas cilíndicas entrelazadas. El grosor total del peridio puede variar de un ejemplar a otro, entre 150 y 300 micras.

Gleba de apecto general compacto, carnosa y dura, en un primer estado de color blanqucino o algo crema, que va adoptando con la maduración tonos marrones claros, con la presencia en todas las etapas de venas blancas estériles, y también se pueden apreciar en los ejemplares más maduros otras venaciones de tono grisaceo oscuro. Ascas más bien esféricas o piriformes, esto varía en función del número de esporas que albergue, que pueden ser desde 1 hasta 6, siendo lo más frecuente 3 y 4, estas esporas son lisas, sin ornamentación, algo excepcional en su género, en el microscopio electrónico de barrido se observan unas pequeñas rugosidades.

Carne inexistente como tal más allá de la propia gleba, que es dura y compacta, con un olor que no difiere mucho de otras trufas como Tuber aestivum, sin llegar a ser tan acentuado como el Tuber melanosporum.

Hábitat:

Tuber melosporum es una especie totalmente hipogea, fructifica bajo tierra y solo con la ayuda de perros se puede localizar, suele tener tendencia a crecer en los mismos meses y lugares que el Tuber aestivum. Estamos ante una especie poco frecuente de la que apenas existen citas, y que hasta ahora solo ha sido localizada en la Península Iberica y en Italia, en la zona de Cerdeña, la mayor parte de las citas son de Castilla Y León, como es el caso de nuestra recolecta, efectuada en la provincia de Burgos, el 23 de Junio de 2024, frucificando en un bosque de encinas (Quercus ilex), hábitat predilecto aunque no exclusivo de esta especie.

Observaciones:

Estamos ante una especie que supone una excepcionalidad dentro del género Tuber, dado que es la única especie del mencionado género que tiene esporas lisas no ornamentadas. Por esta circustancia, por un lado facilita su identificación, y por otro, en un primer momento se la incluyó dentro del género Picoa, los posteriores análisis filogenéticos demostraron, sin lugar a dudas, que en realidad estabamos ante un Tuber. Por su morfología esta especie se asemeja más al clado del Tuber rufum, que engloba varias especies de muy compleja separación entre ellas. Otras especies con quien comparte hábitat, como Tuber aestivum, tienen placas piramidales en lugar de planas, no confundir con Tuber melanosporum, especie invernal muy diferente a esta, y que su único parecido es el nombre.

Hymenogaster bulliardii

  • 11 Febrero 2025 |
  • Publicado en Especies

Características:

Carpóforo con una forma similar a las trufas, a modo de pequeño tubérculo de aspecto bastante compacto y duro, más o menos esférico en ocasiones, aunque adoptando formas más irregulares de manera habitual, con diversas prominencias o gibas. Estamos ante una especie de pequeño tamaño, los ejemplares recolectados tenían un diámetro máximo que oscilaba entre 1 y 2´5 cm, aunque se referencian ejemplares algo más grandes, en torno a 3 o 4 cm. Se caracteriza por tener una gran variabilidad en cuanto al color, en una misma recolecta se pueden hallar ejemplares casi blancos junto a otros con tonos ocre oscuros e incluso negruzcos.

Peridio liso y glabro, de aspecto más bien seco, inicialmente blanquecino, pero deviniendo con la madurez a una importante variabilidad cromática, desde tonos ocres a casi neguzcos, incluso variegado en un mismo ejemplar. Formado por un exoperidio de hifas paralelas en cutis, y un endoperidio más intrincado, con hifas entrelazadas, esta configuación hace que sea un peridio dificilmente separable de la gleba, permaneciendo incluso en los ejemplares más maduros. Relativamente grueso, puede rondar de ancho las 250 a 300 micras.

Gleba de aspecto bastante compacto y de un color que va del ocre amarillento al pardo negruzco, adquiriendo al corte y a la manipulación manchas oscuras. Está formada por pequeñas celdas muy apretadas entre sí, sobre todo en los ejemplares jóvenes donde son dificilmente apreciables, con la madurez se abren un tanto, siendo ya más apreciables al ojo. Posee una columela poco destacada, y microscópicamente produce unas esporas lisas con forma preeminente de limones, pero con apéndice destacado en la zona de unión con el basidio, y así mismo con una zona apical prominente, además de paredes gruesas. Es habitual en esta especie la presencia de esporas con formas aberrantes.

Carne inexistente como tal más allá de la propia gleba, el olor de los especímenes jóvenes es poco acentuado, pero como sucede habitualmente, con la madurez adquiere un olor más fuerte que puede llegar a ser desagradable.

Hábitat:

Estamos ante una especie que tiene predilección por los suelos calizos, que fructifica generalmente en bosques de encinas, robles o avellanos, desde el otoño tardio hasta la primavera, por lo que podemos definirla como especie eminentemente invernal. Lo más habitual es que crezca de forma hipogea o semihipogea, si bien es cierto que se han encontrado ejemplares que asomaban en su totalidad a la superficie. Este estudio esta hecho en base a dos recolectas de la especie, una en la comarca de la Bureba burgalesa, en enero y bajo encina (Quercus ilex), y otra en la provincia de Alava, también en invierno, pero en este caso localizados bajo roble.

Observaciones:

Especie incluida dentro de la sección del genero Hymenogaster que incluye especies de esporas lisas, no ornamentadas y sin perisporio, cuya especie base es el Hymenogaster luteus, perfectamente diferenciable morfológicamente de la especie aquí descrita por su gleba amarillenta. Es en todo caso un género muy complejo que abarca más de 100 especies, aunque apenas son 7 o 8 las incluidas en esta sección, lo que facilita su identifcación de alguna manera. Ninguna especie del género tiene interés desde el punto de vista culinario, son especies duras y de mal olor y sabor generalmente, y a diferencia de las trufas estamos ante Basidiomycetes hipogeos, en el caso de este género crecen bastante cerca de la superficie y es habitual que asomen, aunque lo normal es encontralas con perros como en nuestro caso.

Reddellomyces donkii

  • 23 Noviembre 2024 |
  • Publicado en Especies

Características:

Carpóforo que tiene un tamaño ciertamente pequeño, en muchos ejemplares poco más que el tamaño de un garbanzo, los más grandes recolectados no superaban en ningún caso los 2 cm de diámetro como mucho. Su aspecto de pequeña patata, como sucede de forma habitual con los hongos hipogeos, puede ser esférico, oblongo, o adquirir formas más irregulares, no es, sin embargo, una especie que se caracterice por tener demasiadas protuberancias. Cuando permanece enterrado o empieza a asomar a la superficie, tiene un color completamente blanco, pero al ir madurando se vuelve primero de color crema, y posteriormente adquiere un tono ocre claro, a veces con algún matiz amarillento ocasional. Tiene un tacto suave, incluso algo sedoso de joven.

Peridio completamente liso y glabro, a pesar de su tacto suave, totalmente inseparable de la gleba, de color blanco originalmente, deviniendo a crema u ocráceo, es además de esto bastante fino y de aspecto seco, no adquiriendo ninguna viscosidad, ni tan siquiera con la lluvia.

Gleba compacta de aspecto igualmente seco, en los ejemplares más jóvenes se muestra como una masa blanca compacta, sin celdillas ni oquedades, según va madurando el ejemplar, mantiene las venaciones estériles de color blanco, pero el resto va adquiriendo tonos más ocráceos, finalmente la zona fértil se fisura un tanto y se vuelve asalmonada.

Carne inexistente más allá de la propia gleba, compacta, no tiene un olor destacado como otros hipogeos, este es más bien suave, y su sabor es algo dulzón, no desagradable.

Hábitat:

Estamos ante una especie alóctona, una de tantas introducida en la península con la plantación masiva de diversas especies del género Eucalyptus, con las que micorriza masivamente. Dentro de este hábitat específico, es una especie bastante común y abundante, aunque muchas veces pase desapercibida por su pequeño tamaño, y por el hecho de nacer de forma hipogea, para posteriomente ir asomando algo a la superficie. En todas las recolectas que hemos efectuado de la especie, siempre la hemos encontrado en gupos bastante numerosos, nunca la vimos de forma aislada. Disponemos de varias localizaciones de la especie dentro de a provincia de Bizkaia, en todos los casos bajo Eucalyptus globulus. Es una espcie de aparición tardía, desde finales del otoño hasta la primavera.

Observaciones:

Especie caracterizada por su pequeño tamaño, su crecimiento hipogeo o semihipogeo, su color al principio blanco y luego crema u ocre, su aspecto seco, y su crecimiento exclusivo bajo Eucalyptus ssp. Como podrán ver en nuestro apartado microscópico, posee esporas esféricas de paredes gruesas, ascas asimétricas con croziers, y un peridio prosenquimático formado por hifas bastante compactas. En el mismo hábitat suele salir Hysterangium inflatum, con quien en un primer momento podriamos confundirla, pero un simple corte transversal nos sacaría de dudas con facilidad, dado que esta especie posee una gleba característica de color verdoso, algo muy alejado de la especie objeto de esta ficha.

Faerberia carbonaria

Características:

Sombrero de un tamaño apreciable, el diámetro de los ejemplares adultos oscila entre los 3 y los 7 cm, con una forma característica que recuerda a las especies del género Cantharellus, con quien estuvo emparentada, embudado o infundibuliforme, con el centro hundido y el margen, que pasa de ser profundamente recurvado hacia dentro de joven a fino y ondulado con la maduración del ejemplar. La cutícula, de tacto suave y ligeramente afieltrado, es bastante fibrilosa y de un color variable de un ejemplar a otro, en función de la hidratación y madurez del mismo, desde ejemplares prácticamente negros a otros con tonos marrón negro, con una tendencia a adquirir tonos gris marrones con la desecación.

Láminas apretadas, inicialmente de color blanquecino, algo grisáceas de viejas, muy decurrentes sobre el pie, con un aspecto similar al de los pliegues de los Cantharellus, son de forma habitual irregularmente bifurcadas, ampliamente anastomosadas, y en alguna ocasión, de forma un tanto aleatoria, pueden llegar a ser intervenadas.

Pie de tamaño variable en función del sustrato, mayoritariamente proporcionado al diámetro del sombrero, puede ser centrado o excéntrico, lleno, y de un color similar al del sombrero o algo más grisáceo, más o menos cilíndrico o algo comprimido.

Carne ciertamente escasa y de color que puede ser blanquecino o gris, de consistencia un tanto elástica pero blanda al morder, totalmente insipida en crudo y sin olor definible apreciable.

Hábitat:

El nombre de esta especie, carbonaria, ya da buena cuenta del hábitat donde fructifica, estamos ante una especie que sale en terrenos quemados, lugares en los que con anterioridad se ha producido un incendio, y contribuye de algura manera a la regeneración de dichos terrenos. Suele aparecer normalmente en grupos más o menos numerosos o setales, raro es verla de forma aislada, y no tiene una época predilecta de fructificación, la podemos ver en otoño, en primavera o incluso la hemos llegado a ver en invierno. Los ejemplares recolectados para la realización de esta ficha, fueron localizados en Zeberio (Bizkaia), en una zona que fue arrasada por el fuego y posteriormente talada, en los meses de marzo y abril, gracias a la gentileza de Javier Fernández Vicente y Jon Joseba Arnedo.

Observaciones:

Especie que ha pertenecido a numerosos géneros diferentes, Merulius, Lentinus, Geopetallum, Cantharellus, hasta ser reconvertida en 1981 a Faerberia, de hecho fue Cantharellus durante mucho tiempo, aunque existen diferencias micro y genéticas con respecto a estos. Se caracteriza por su sombrero embudado negruzco, láminas prietas y anastomosadas, y su presencia en zonas quemadas. Guarda similitudes macroscópicas con el Cantharellus cinereus, especie más pequeña, propia de bosques de frondosas y con un característico olor a ciruela que esta especie no tiene. Microscópicamente tiene cosas de diferentes géneros, sistema hifal dimítico como los Aphyllophorales, cistidios metuloides como las Hohenbuehelia, por lo que se creó un nuevo género para ella, dada su dificultad taxonómica.

Tremellodendropsis tuberosa

Características:

Carpóforo de tamaño más bien pequeño, con una altura que en nuestra recolecta no sobrepasaba los 3 cm de alto, aunque se referencia que pueden llegar a los 6 ocasionalmente, y una anchura máxima de 1 a 3 cm. Tiene una forma coralloide ramificada, con un aspecto general que recuerda bastante a las especies del género Clavaria, aunque en algunos aspectos también al género Telephora. De una especie de pie común surgen ramificaciones, 2 o 3 como mucho de cada rama, no es densamente ramificada, generalmente en forma de V, aunque no siempre, que derivan en un ápice al principio un poco en punta, pero que suele redondearse bastante y aplanarse con la maduración. Tiene un color claro, blanquecino o crema, oscureciéndose desde el ápice a tonos más marronáceos o grises.

Himenio instalado de forma exógena sobre las ramificaciones del carpóforo, cabe destacar que tanto el pie como la zona del ápice son estériles, todo el resto es fértil. De color variable según indicamos en el apartado anterior, superficie un poco rugosa, forma una esporada en masa de color blanco, con esporas finamente granulosas y típicos basidios comprimidos longitudinalmente hasta parecer septados, difícilmente apreciable al micro (ver características microscópicas).

Pie más o menos apreciable en la zona inferior, entendiendo como tal la zona que va desde la base al comienzo de las ramificaciones, de color claro y más bien cilíndrico, longitud variable pero generalmente corto, si se arranca se observan restos de micelio blanco en la base del mismo.

Carne de consistencia bien distinta a las Clavarias, especies que suelen ser frágiles, esta tiene más tenacidad, no se quiebra tan fácil, es más fibrosa. Es una especie insípida, pero que si tiene un olor destacado bastante acídulo. No cambia de color ni al corte ni al ser manipulada.

Hábitat:

Tremellodendropsis tuberosa es una especie que podemos catalogar como poco común, o al menos poco referenciada en nuestro entorno, suele fructificar habitualmente en grupos allá donde sale, raro es verla de forma aislada, si bien es cierto que no tiene una predilección por un tipo de bosque concreto para fructificar, ya que ha sido hallada tanto en planifolios como en coníferas. La recolecta que sirve de base a esta ficha se realizó gracias a la gentileza de Joseba Arnedo, y corresponde a la localidad alavesa de Amurrio, fructificando bajo cipreses,(Cupressus sempervirens). Especie de aparición tardía, suele verse al final del otoño, también en invierno o principios de primavera.

Observaciones:

Estamos ante una especie con aspecto a caballo entre Clavaria y Telephora, dado que visualmente es más próxima a las primeras, pero se puede diferenciar de ellas de visu si observamos la consistencia tenaz y fibrosa de su carne, muy diferente a otros géneros de aspecto similar. No tenemos constancia de la aparición de otras especies del género en nuestro territorio, de hecho creemos que es la única referenciada a nivel europeo, aunque esto nunca se sabe en una ciencia en constante evolución. Microscópicamente se caracteriza por sus basidios septados longitudinalmente y por tener sistema hifal monomítico y esporas finamente granulosas con disposición un tanto oblicua de la apícula. Podríamos confundirla a primera vista con las Ramariopsis de tonos claros, como Ramariopsis Kunzei, aunque su carne es más frágil, como ya hemos mencionado, y microscópicamente es bastante diferente.

Lepista glaucocana

  • 16 Febrero 2024 |
  • Publicado en Especies

Características:

Sombrero de bastante buen tamaño y porte, similar a otras especies afines de su género, el diámetro de los especímenes adultos suele oscilar entre los 6 y los 12 cm. Tiene una forma hemisférica en los primeros estados de desarrollo, pronto convexo, y finalmente aplanado, con el centro resaltado u obtusamente umbonado. Cutícula separable, lisa y mate, glabra y de color blanco o crema con un claro matiz lilacino, que se manifiesta más cuanto más joven es el ejemplar, con el desarrollo suele perder bastante este tono, y el centro tiende a adquirir un tono ocráceo. Margen involuto durante bastante tiempo, liso y apenas estriado salvo con humedad extrema.

Láminas típicamente emarginadas, a veces simplemente adnatas, que se separan con cierta facilidad de la carne del sombrero, notablemente apretadas entre sí, no demasiado gruesas y bastante rectas, con laminillas intercaladas. Tienen un color similar al del sombrero, blanco lilacino en la juventud y después con un matiz más rosado al depositarse las esporas que son en masa de color rosado claro. La arista es entera y concolora con la cara laminar.

Pie cilíndrico, centrado en la inserción con el sombrero, de tamaño proporcionado al diámetro del mismo, habitualmente ensanchado en la base, aunque este carácter es un tanto aleatorio, de buen grosor y porte. Tiene un color similar al resto del basidioma, si bien es cierto que en ocasiones adquiere un matiz más grisáceo, suele presentarse fibriloso en general, a veces con disposición longitudinal de las fibras.

Carne más bien espesa y consistente, fibrosa en general, pero sobre todo en el pie, de color blanquecino o crema como el resto del carpóforo, con algún leve matiz lilacino de joven, tiene un olor intenso propio e inconfundible, dentro de los afrutados, pero con muchos matices, es una de esas especies que se puede identificar por su olor característico, su sabor en crudo pasa del dulce a amargar algo al de un rato.

Hábitat:

Los ejemplares recolectados para este estudio los encontramos en Galdakao, Bizkaia, zona del vivero, Monte Ganguren, fructificando en el borde de una pista con la presencia próxima tanto de pinos como de robles, bibliograficamente está referenciada sobre todo en frondosas y más rara bajo coníferas, en terrenos ricos o nitrogenados. Aunque está considerada como poco frecuente o poco abundante, nosotros la vemos cada año con relativa frecuencia, suele salir además en setales de varios ejemplares, nunca la hemos visto aislada. Su época del año predilecta para hacer acto de aparición es el otoño, aunque a veces también sale en primaveras muy lluviosas y frescas, no es una especie afín al frio como sucede con otras del género Lepista.

Observaciones:

Estamos ante una especie considerada como un comestible más bien mediocre, dado que si bien su textura no es mala, su sabor algo amargo deja mucho que desear. Se caracteriza por el color uniforme blanco o crema lilacino de todo el basidioma, y por su olor característico y propio que la hace ser reconocible con cierta facilidad. El aficionado poco experto podría confundirla con otras especies afines como Lepista nuda o lepista sordida, de tonalidades lilas mucho más evidentes y con otro olor y sabor, mucho más parecida es la Lepista irina, que no posee ningún matiz lilacino, y que tiene un olor floral muy intenso e igualmente característico.

Hydnangium aurantiacum

  • 13 Febrero 2024 |
  • Publicado en Especies

Características:

Carpóforo con un tamaño medio o incluso notable para el género que nos ocupa, habitualmente con un diámetro que en los ejemplares adultos oscilaría entre 1 y 3 cm, pero es factible encontrar algún ejemplar de mayor tamaño, sobre 5 cm. Tiene la típica forma de tubérculo habitual de las especies hipogeas, siendo esta bastante irregular y con protuberancias o hendiduras aleatorias, e incluso alguna rugosidad. El aspecto general es el de una especie seca y rugulosa, sin demasiado brillo, y con un color amarillento o anaranjado mate con zonas más oscuras y bastante llamativo. Es habitual la presencia de cordones miceliales en la base, que suele ser hendida, pero sin formar cavidad.

Peridio notablemente delgado o fino, tanto que suele desvanecerse con cierta facilidad, dejando entrever de manera parcial la gleba. Tiene un color amarillento o anaranjado más o menos vistoso, y un aspecto seco y ligeramente afieltrado, con alguna mancha más oscura en las zonas manipuladas.

Gleba bastante compacta por regla general, formada por celdillas apretadas de aspecto laberíntico, que suelen abrirse algo en la madurez, acompañadas de venas estériles irregulares, tanto las celdillas como las venas tienen un color amarillento, a veces anaranjado, en nuestra recolecta de color amarillo pálido.

Carne inexistente más allá de la propia gleba, de textura bastante esponjosa, con un sabor suave poco significativo, y un olor suave pero característico, no desagradable, que se acentúa un tanto con la madurez de los ejemplares.

Hábitat:

Estamos sin duda ante una especie que debemos catalogar como semihipogea, dado que nace bajo tierra, pero al ir madurando tiende a salir a la superficie. La mayoría de las especies del género Hydnangium suelen estar relacionadas con los eucalyptus, no es el caso de la especie que nos ocupa, que es mucho más ubicuista, puede aparecer en hábitats bastante diversos. Los ejemplares objeto de este estudio fueron localizados por Joseba Arnedo en la localidad alavesa de Amurrio, fructificando bajo cipreses, Cupressus sempervirens. Es una especie poco frecuente y bastante localizada, pero donde fructifica suele hacerlo en grupos más o menos numerosos, es raro encontrarla aislada.

Observaciones:

Estamos ante una especie que no tiene valor desde el punto de vista culinario, caracterizada por su color amarillo o más típicamente anaranjado, con una gleba también amarillenta o anaranjada y con crecimiento semihipogeo y cosmopolita. Por estas características, la especie con la que guarda más similitudes quizás sea la Stephanospora caroticolor, máxime teniendo en cuenta que esta también perteneció al género Hydnangium, y que a su vez al Hydnangium aurantiacum también le llegaron a llamar Hydnangium caroticolor y Stephanospora aurantiaca, con lo que se crea confusión nomenclatural. La diferencias microscópicas entre ambas especies son patentes, basta con mirar las esporas, con la forma de corona en su ornamentación en la Stephanospora y con espinas erectas irregulares en la especie que nos ocupa.

Lepista sordida

Características:

Sombrero de tamaño más bien pequeño para el género, el diámetro de los ejemplares adultos no suele exceder, por regla general, de los 6 a 8 cm, más pequeño aún en su var. lilacea. Tiene forma hemisférica en estado primordial, pronto convexo y finalmente aplanado, no suele embudarse, en muchos especímenes con el centro algo resaltado de forma obtusa, sin que presente mamelón agudo o pezón. Cutícula lisa de aspecto húmedo y separable de color variable dada su gran higrofaneidad, típicamente de color lila vivo, decolorándose a tonos ocres o cremas, pero manteniendo siempre un cierto matiz liláceo. El margen suele ser translúcido, regular de joven y luego ondulado, y puede o no ser estriado en función de la humedad del ejemplar, dejando entrever las láminas por transparencia en ocasiones.

Láminas adnatas o subdecurrentes, al ser ventrudas a veces aparentan ser escotadas sin serlo, en definitiva variables en la inserción con el pie, bastante apretadas y con abundantes laminillas intercaladas, fácilmente separables de la carne del sombrero, característica habitual en el género Lepista, de color lila más o menos vivo en ejempares jóvenes, más claras después al ser su esporada en masa de color totalmente blanco.

Pie central y cilíndrico, de longitud variable en función del lugar de aparición, proporcionado al sombrero o alargado, a veces algo curvado y ensanchado en la base, fibriloso o algo estriado, con un color lilácino típico que, al igual que el sombrero puede llegar a decolorarse adquiriendo matices ocráceos o grises. Base algodonosa por la presencia de un micelio de color blanco.

Carne escasa y poco consistente dado que absorbe mucha agua, de color blanquecino con matiz lila, sobre todo bajo la cutícula, tiene un sabor suave afrutado o dulzón y un olor fúngico no demasiado acentuado.

Hábitat:

Esta especie es muy común y muy abundante, aunque a veces aparece en otras épocas del año, es en otoño donde fructifica con mayor profusión, sobre todo en el otoño tardío, o incluso a principio del invierno, pues le gusta las temperaturas frescas. Suele crecer en grupos más o menos numerosos o setales de varios ejemplares, sobre todo en terrenos altamente nitrogenados, bordes de las pistas de nuestros bosque y zonas abiertas, también en ambientes ruderales o jardines públicos. Aunque los ejemplares de la ficha son de la zona del vivero, monte Ganguren, en Galdakao, lo cierto es que la hemos visto en infinidad de lugares, con la presencia de todo tipo de árboles y tanto en terrenos ácidos como básicos.

Observaciones:

Especie comestible sin mayor elogio, debido a su poca carne y consistencia dado que es muy higrófana, de inferior categoria que la Lepista nuda, especie que se presta a confusión para el aficionado poco experto. Se parecen mucho en cuanto a color y forma, pero tienen varias diferencias muy claras, aunque debido a los múltiples errores en las definiciones que de ella hay por Internet, es entendible la confusión. Esta especie hay que recalcar que tiene esporada totalmente blanca, en contraposición con la esporada rosada de Lepista nuda, es una especie más liviana, de menor tamaño y consistencia, y mucho más higrófana, al punto que se transparenta al trasluz. Lepista glaucocana y Lepista irina pueden confundirse, pero son de colores menos vivos y mates, y ambas se identifican bien por tener un olor característico propio e inconfundible.

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