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Javi Calvo Pérez

Javi Calvo Pérez

Scleroderma polyrhizum

  • 30 Septiembre 2022 |
  • Publicado en Especies

Características:

Carpóforo con una forma más regular de lo que es habitual en este tipo de especies semihipógeas, en muchos casos globosa y otras algo más oblonga, generalmente estrechándose hacia la base, donde suele presentar una prolongación en forma de apéndice que le sirve de unión con el micelio. Cuando madura el carpóforo se abre en forma de estrella, dejando que la gleba libere las esporas, y formando varias lacinias. Es una especie que puede alcanzar notables dimensiones, su diámetro llega a alcanzar en ocasiones los 15 cm, de forma más común entre 6 y 12 cm. De joven tiene un color claro, crema, pero según emerge se va tornando ocráceo, oscureciéndose, al secarse después de finalizar su ciclo reproductivo vuelve a aclararse, permaneciendo desecado largo tiempo en función de las condiciones atmosféricas.

Peridio rugoso o liso, no escamoso, de consistencia muy dura y tenaz, a veces lacerado, de color claro a ocre oscuro, con el interior más claro que la superficie, muy grueso, de forma habitual por encima de 0,5 cm, o incluso pudiendo alcanzar 1 cm de grosor.

Gleba que en estado primordial presenta un color claro, casi blanquecino, pero que rápidamente adquiere tonos pardo oscuros o negruzcos, con alguna vena blanquecina, al final se vuelve una masa pulverulenta de color pardo oscuro, que al abrirse el carpóforo, y con la ayuda del viento y la lluvia, se esparce vaciando todo su contenido.

Carne inexistente como tal, no es más que la propia gleba, al principio compacta y que termina desapareciendo, tiene un sabor neutro de joven, y su olor al principio suave, se vuelve algo desagradable con la maduración.

Hábitat:

Estamos ante una especie de crecimiento semihipógeo, es decir, de joven está prácticamente enterrada, pero asoma rápido a la superficie, para completar su ciclo de reproducción. Es una especie muy común y abundante, además de extendida, que suele fructificar normalmente en grupos, rara vez aislada, colonizando terrenos agrestes y pobres, muchas veces en medio de los caminos, también en los claros de los bosques, tanto de planifolios como de coníferas, incluso bajo un arbol tan poco productivo micológicamente como el eucalypto. Su época predilecta de aparición es el final del verano y durante el otoño, no siendo descartable su aparición en otras épocas según la latitud.

Observaciones:

El género Scleroderma engloba una serie de especies de crecimiento generalmente semihipógeo con algunas similitudes, pero que no son difíciles de diferenciar entre sí. La especie que nos ocupa se caracteriza por su peridio muy grueso y su consistencia muy dura. Scleroderma meridionale es quizás la que más se le parece por tener igualmente un grueso peridio, pero se diferencia bien por su color más amarillento, y por la presencia de un pseudopie que puede incluso ser largo al estar muy enterrado. Scleroderma verrucosum tiene un peridio menos grueso y también presenta pseudopie. Otra especie con la que se suele confundir es el omnipresente Scleroderma citrinum, de color amarillento y superficie más escamosa o cuarteada, con un olor mucho más desagradable.

Stephanospora caroticolor

Características:

Carpóforo que se presenta con una forma de pequeña patata o tubérculo, forma más o menos globosa u oblonga, aunque como sucede habitualmente en este tipo de especies, es bastante irregular, siendo habitual que presente lóbulos o prominencias que le confieren un aspecto mas imperfecto. Es una especie de tamaño reducido, su diámetro puede oscilar por regla general entre 1 y 3 cm, saliéndose de este parámetro de forma ocasional, y destaca sobremanera por la belleza de su llamativo color anaranjado predominante, más rojizo u oscuro en las zonas heridas o manoseadas, y a veces de joven con la presencia de una pruina amarillenta que desaparece muy fácilmente. No suele tener cordones miceliales en la base ni tampoco suele presentar una cavidad basal aparente.

Peridio externo aracnoideo formado por hifas ramificadas y septadas de pared delgada, y endoperidio de celulas globosas, muy delgado, frágil y evenescente, su color claro inicial deviene rápidamente a tonos amarillentos anaranjados o netamente naranjas con zonas algo más rojizas, al desaparecer deja entrever la gleba subyacente.

Gleba formada por abundantes celdillas bastante apretadas que tienden a alargarse un tanto con la maduración, de color generalmente más llamativo que el peridio, variando en función del grado de madurez del ejemplar, desde un tono amarillo anaranjado mate hasta un color naranja rojzo en los especímenes más viejos. Llama la atención la ausencia de columela en esta especie.

Carne no diferenciada de la gleba, de consistencia algo esponjosa y frágil, su olor de joven es afrutado, pero con el tiempo va adquiriendo una intensidad excesiva, pudiendo llegar a hacerse desagradable, su sabor no es muy fuerte pero tampoco resulta agradable al paladar.

Hábitat:

Estamos ante una especie que tiene un crecimiento hipogeo cuando es joven, pero que con el tiempo y al madurar, suele asomar a la superficie de forma semihipogea. A pesar de no ser una especie muy referenciada, es enormemente cosmopolita, dado que para ella se señalan hábitats dispares, que van desde campa hasta arboles de todo tipo, tanto coníferas como bosques de hoja ancha. Los ejemplares objeto de este estudio nos fueron cedidos por Javier Fernández Vicente, y fueron localizados bajo Fraxinus excelsior y Corylus avellana en Orduña (Bizkaia). Es una especie que suele salir en grupos allá donde fructifica, y que no tiene predilección por una época del año determinada, dado que hay recolectas desde julio hasta enero.

Observaciones:

Especie caracterizada macroscópicamente por su bello color anaranjado, sobre todo de su gleba, y fácilmente identificable también microscópicamente debido a sus peculiares esporas coronadas con espinas, tal como podemos observar en nuestras "caracteristicas microscópicas". A pesar de su bello aspecto está descartada desde todo punto de vista culinario, por su olor fuerte, mal sabor, y por ser precursora de algún compuesto tóxico clorado en determinadas circunstancias. Antiguamente enclavada dentro del género Hydnangium, con cuyas especies guarda parecido macroscópico, como Hydnangium carneum, de tonos rosados, hábitat exclusivo bajo eucaliptos y micro diferente.

Gautieria trabutii

Características:

Carpóforo de un tamaño más bien pequeño, el diámetro de los ejemplares adultos suele variar entre los 2 y los 5 cm como mucho, con una forma tuberculada irregular, a veces subglobosa, pero más habitualmente con formación de diversos lóbulos o protuberancias. Su color es también variable en función de la maduración del ejemplar y la cantidad de peridio que conserve, desde ejemplares muy jóvenes blanquecinos, hasta otros con tonos ferruginosos, o directamente del color ocre terroso predominante cuando pierden peridio. Es habitual la presencia en la base de un cordón micelial blanquecino y elástico, que dependiendo de como se extraiga puede no estar presente.

Peridio formado por células globosas o esferocistos, extremadamente delgado, entre 0´2 y 0´5 mm solamente, además es evanescente, se esfuma con facilidad, algo bastante común en las especies del género Gautieria. Suele tener un color blanquecino o crema, fácilmente manchado de roña con tonos ferruginosos, al desaparecer deja entrever cavidades ocres provenientes de la gleba.

Gleba que al corte manifiesta un color ocre terroso que evoluciona a ocre ferruginoso, solo los ejemplares muy jóvenes presentan otros tonos blanquecinos o grisáceos, formada por celdillas cerradas al principio, pero que se van haciendo más amplias con la madurez, además de una columela dendroide evidente generalmente, que parte de la base y se expande en forma de fibras gelatinosas y de aspecto translúcido.

Carne inexistente como tal, la textura adscrita a la gleba es más bien cartilaginosa aunque bastante tenaz, con un olor escaso al principio, pero que se torna fuerte y no muy agradable con la maduración, muy diferente a nuestro entender del de las trufas. Su sabor aunque dulce tampoco resulta agradable.

Hábitat:

Estamos ante una especie más bien rara o poco referenciada, que fue encontrada por primera vez en la Península Iberica en 1996, desde entonces se han dado varias recolectas, pudiendose comprobar que la descripción original que la vincula exclusivamente a los cedros no es correcta, dado que es mucho más cosmopolita, encontrándose tanto bajo coníferas como bajo Quercus. Tiene crecimiento hipogeo, pero al madurar suele asomar a la superficie de forma semihipogea. Tiene preferencia por los suelos de Ph acido y sustrato siliceo, donde fructifica, bien aislada, o en pequeños grupos, siendo su época predilecta la primavera o principos del verano. Nuestra recolecta está efectuada en el mes de junio, bajo Quercus ilex en la provincia de La Rioja.

Observaciones:

Especie carente de todo interés desde el punto de vista culinario. Dentro de la dificultad que conlleva la diferenciación, tanto macroscópica como microscópica, de las diferentes especies del género Gautieria, quizás sea esta la que tiene mayor facilidad, debido a la presencia de unas características verrugas en los costillares exteriores de las esporas. Gautieria morchelliformis es muy similar, pero suele presentar ausencia total de peridio muchas veces y sus esporas suelen superar bien las 20 micras, Gautieria graveolens o Gautieria othii son también similares, pero ninguna de las dos tiene verrugas en los costillares esporales.

Tricholomopsis decora

Características:

Sombrero de diámetro variable, algunos especimenes maduros no pasan de los 3 cm, mientras otros sobrepasan los 10 cm, con forma convexa en sus primeros estados de desarrollo, después se va aplanando para acabar por ser extendido, siendo frecuente que los ejemplares maduros presenten una pequeña depresión central. Cutícula separable del contexto, generalmente de aspecto seco, algo brillante con lluvia pero no viscosa, de color amarillo más o menos vivo de fondo, pero recubierta de pequeñas escamosidades de color marrón que son más patentes y cerradas en la zona central y se van difuminanando hacia el borde donde prácticamente suelen ser concoloras con la superficie. Margen involuto en los ejemplares jóvenes, abriéndose hasta quedar recto y bastante fino, incluso puede volverse hacia arriba de viejo.

Láminas adnatas por regla general, a veces algo escotadas, muy apretadas entre sí y con abundantes laminillas, de un color amarillo bastante vivo, de disposición un tanto irregular, con la arista entera y concolora o con frecuencia de un tono amarillo menos vivo.

Pie que puede ser central o ligeramente excéntrico, lleno cuando es joven y cavernoso de adulto, generalmente más largo que el diámetro del sombrero, más o menos cilíndrico y de forma habitual suele presentarse curvado. Tiene un color amarillo similar al del sombrero, algo fibriloso, pero no con la escamosidad tan marcada de este, la zona de unión con el micelio suele ser algo blanquecina.

Carne de poco espesor y de consistencia fibrosa, al corte inmutable, de color amarillento más notable en el sombrero, de un tono más apagado en el pie, incluso en la base puede ser ocrácea, con un olor fúngico suave y un sabor dulce que al rato de masticación se vuelve ligeramente amargo.

Hábitat:

Estamos ante una especie de comportamiento saprobio, se desarrolla sobre madera muerta contribuyendo a la descomposición de la misma. Hace un tiempo esta especie era muy rara en nuestro entorno, pero en los últimos años está apareciendo con más frecuencia, proliferando un tanto, ya la vemos sin problema cada año. Generalmente solemos observarla sobre madera muerta de coníferas, la hemos visto sobre pinos (Pinus ssp), cipres de lawson (Chamaecyparis lawsoniana), Picea abies o alerce de japón (Larix kaempferi), donde fructifica habitualmente de forma gregaria o incluso fasciculada, rara vez aislada, siendo su época predilecta de aparición el otoño.

Observaciones:

Esta especie no es comestible debido a su escasa carne, fibrosidad, y sabor algo amargo. Guarda muchas similitudes con su pariente próximo, Tricholomopsis rutilans, de quien se separa macroscópicamente por estar esta última recubierta de vistosas escamas rojizas tanto en el sombrero como en el pie, y microscópicamente porque las esporas del rutilans son más pequeñas y globosas, con un Q esporal menor. Tricholomopsis ornata es también muy similar, con pleurocistidios cilíndricos y más estrechos que la presente, existen otras especies del género también similares, generalmente americanas como Tricholomopsis sulfureoides, de escamas amarillentas, o Tricholomopsis bella, prácticamente sin escamosidad alguna.

Tuber panniferum

  • 26 Febrero 2022 |
  • Publicado en Especies

Características:

Carpóforo con la forma habitual de las especies de su género, forma de tubérculo o pequeña patata, muchas veces subglobosa y rara vez regular, en la mayoría de los casos con diversas protuberancias o incluso lobulada. Tamaño más bien pequeño, no suele exceder su diámetro de los 4 cm, en nuestro caso los ejemplares recolectados estaban entre 1 y 3 cm. Tiene un color que va del marrón al pardo más o menos oscuro, color que le confiere el revestimiento lanoso abundante que posee, siendo lo que se encuentra debajo del pelo de un color más oscuro que este. Otra característica relevante es la presencia en la zona de unión micelial de una evidente cavidad basal, que tiende a adentrarse en el interior de la gleba.

Peridio pseudoparenquímatico formado por células de paredes gruesas y pigmentadas, adherente a la gleba, de color pardo oscuro y recubierto en su totalidad por pelos multiseptados de pared gruesa abundantes de color marrón que le dan un aspecto lanuginoso a todo el ascoma. Suele tener un grosor medio, no excede de las 300 micras en ningún caso(ver características microscópicas).

Gleba compacta de color blanquecino en los ejemplares jóvenes, compuesta como es habitual por dos tipos de venas, unas que permanecen con la maduración con el mismo tono blanquecino, y otras cuyo color va evolucionando con la propia maduración del ejemplar, primero a tonos grises, y finalmente se vuelve de color marrón grisáceo.

Carne bastante consistente y dura, formada por la propia gleba, sin la dureza de Tuber excavatum pero más dura que las trufas comestibles, con un olor trufado relativamente intenso que se vuelve algo desagradable en los ejemplares más maduros, y un sabor poco relevante que recuerda a las pipas sin sal.

Hábitat:

Estamos ante una especie de crecimiento hipogeo, fructifica enterrada en suelos predominantemente calizos, y generalmente donde aparece suelen encontrarse varios individuos, rara vez está aislada. Es una especie de tendencia mediterránea, que suele salir de forma más habitual en el sur de la Península Ibérica, generalmente micorrizando con encinas (Quercus ilex), en cambio en el norte no es tan frecuente, comparte hábitat con Tuber aestivum. Su época predilecta de recolección es el final de la primavera y el verano, aunque ejemplares inmaduros se pueden hallar prácticamente en cualquier época del año. Tenemos varias recolectas de la especie para la realización de esta ficha, tanto en Navarra como en la provincia de Alava, en todos los casos micorrizando igualmente con Quercus ilex.

Observaciones:

Esta especie de trufa, por la dureza de su carne, su escaso sabor, y la presencia de pelo exterior, no se utiliza con fines culinarios, siendo considerada como un comestible más bien mediocre. Las peculiares características de los ascomas de esta especie, sobre todo el revestimiento lanoso que posee y su cavidad basal, hacen que sea una de las especies del género Tuber más fácilmente identificable macroscópicamente, es una especie prácticamente inconfundible. Microscópicamente se caracteriza por sus ascas de hasta 8 esporas, y por estar estas ornamentadas con espinas cónicas. Otras especies, como las enclavadas en el complejo Tuber rufum, tienen el peridio papiloso, pero en ningún caso con revestimiento lanoso.

Gomphidius glutinosus

  • 20 Febrero 2022 |
  • Publicado en Especies

Características:

Sombrero de buen tamaño, el diámetro de los ejemplares adultos suele oscilar por lo general entre 5 y 10 cm, ocasionalmente algo más. En sus primeros estadios tiene forma convexa, incluso hemisférico los primordios, pero pronto se va aplanando manteniendo en algunos especímenes el centro resaltado, mientras que otros tienden a deprimirse un tanto por el centro. Cutícula muy viscosa, glutinosa con lluvia, fácilmente separable de la carne, cuando el ejemplar es joven de color marrón con claros matices violetas que van desapareciendo de adulto, quedando un tono marrón grisáceo bastante uniforme salvo en el centro que suele ser algo más oscuro. Margen incurvado y con restos de velo al principio, despues extendido y fino.

Láminas muy decurrentes sobre el pie, espaciadas y con escasas laminillas, al principio de color blanquecino, después grisáceas y finalmente como consecuencia de la esporulación casi negras, la esporada en masa es de color púrpura negruzco. De jóvenes están cubiertas por un velo blanquecino que une el borde del sombrero con el pie y que tiende a desaparecer.

Pie mayoritariamente alargado o a veces proporcionado al sombrero, en la zona superior de color blanco y seco, hasta llegar a una zona anular viscosa formada por los restos del velo que le unía al sombrero, restos resaltados en un principio, de color blanquecino pero tiñendose de púrpura al depositarse sobre ellos esporas, debajo de esta zona anular el pie es escamoso y viscoso, tiñendose de amarillo desde la base. Es cilíndrico, pero la zona de unión con el micelio tiende a ser radicante.

Carne bastante espesa de color blanco, amarillenta en la base del pie, con tendencia a grisear un poco, tiene una textura bastante buena, con olor fúngico suave, pero cocinada resulta un tanto insípida, siendo su sabor en crudo algo acídulo.

Hábitat:

Estamos ante una especie relativamente poco frecuente, muy rara bajo planifolios, en nuestro radio de acción es una especie que si solemos ver cada año en varias localizaciones micorrizando con bosques de Picea abies, según la bibliografía es su hábitat predilecto, en una de estas localizaciones es una especie abundante. Donde aparece suele hacerlo en pequeños grupos, rara vez aislada, siendo una especie eminentemente otoñal que no hemos visto en otras épocas del año. Los ejemplares objeto de este estudio fueron localizados en Gillerna (Alava), en bosque mixto de Picea abies y Pseudotsuga menziesii (abeto de Douglas).

Observaciones:

Los géneros Gomphidius y Chroogomphus, a pesar de estar integrados por especies con láminas, pertenecen al orden Boletales. La especie que les presentamos es una especie comestible sin mayores elogios, pero siendo además una especie más bien escasa, no recomendamos su consumo para preservarla. Esta especie es relativamente facil de identificar por sus características macroscópicas, su sombrero viscoso, láminas muy decurrentes, zona anular viscosa, y pie amarillo en su base, son suficientes pera identificarla sin problemas. Chroogomphus rutilus es una especie afin, pero de color completamente diferente.

Tuber macrosporum

  • 12 Febrero 2022 |
  • Publicado en Especies

Características:

Carpóforo que suele tener un tamaño más bien pequeño en comparación con otras especies afines, el diámetro no suele exceder de los 6 cm, aunque lo habitual es encontrar ejemplares de entre 1 y 4 cm como sucede en nuestra recolecta. Su forma es la típica de las especies de Tuber, forma tuberculada variable e irregular, a veces subglobosa o incluso esférica y otras mas lobulada o con protuberancias diversas. Suele tener en ocasiones una pequeña hendidura basal que no llega a crear una foseta como en otras especies del género. Su color predominante es el marrón rojizo más o menos oscuro, aunque este también es un aspecto un tanto variable, incluso un mismo ejemplar puede presentar diversos tonos.

Peridio adherido a la gleba, inseparable por tanto de la misma, formado por placas que no son piramidales, sino totalmente planas, que le confieren al ascoma en un primer vistazo un aspecto como de ser liso y cuarteado que es irreal, dado que lo conforman placas poligonales perfectamente delimitadas. Tiene color marrón oscuro con matices rojizos o herrumbrosos, sin llegar a ser negro.

Gleba compacta, sin cavidades, formada por dos tipos de venas como suele ser habitual, unas venas de color claro, casi blanquecinas, que oscurecen minimamente al corte, y por contra otras de color marrón grisáceo, que van evolucionando según el grado de maduración a tonos púrpuras y finalmente negruzcos.

Carne consistente, que está formada por la propia gleba, con un intenso aroma trufado con claros matices aliáceos bastante agradable si estas acostumbrado al olor de las trufas, su sabor es además análogo, muy interesante desde el punto de vista culinario, a nuestro entender a medio camino entre Tuber magnatum y Tuber borchii.

Hábitat:

Estudio realizado en base a 3 recolectas de la especie, dos de ellas en una misma zona en bosque de Quercus robur, y una tercera en otro lugar con presencia de Quercus robur y Corylus avellana, todas ellas en la provincia de Alava. En Italia esta especie suele estar ligada a Tuber magnatum tanto en habitat como en época de aparición, generalmente durante el otoño, aunque Tuber macrosporum suele empezar un poquito antes, en nuestro caso con quien comparte tanto hábitat como época es con Tuber uncinatum, forma otoñal de Tuber aestivum. Especie de crecimiento hipogeo localizada con la ayuda de perros, es una especie muy rara no localizada anteriormente en nuestra zona.

Observaciones:

Primera cita para el catálogo del Pais Vasco y segunda a nivel estatal de esta rara especie de trufa, que sin embargo es bastante fácil de identificar, macroscópicamente se caracteriza por sus verrugas planas no piramidales y su color marrón rojizo oscuro, lo que la separa de las trufas negras por un lado, y de las especies del grupo Tuber rufum, con peridios areolados o lisos, además el tremendo tamaño de sus ascas y esporas, prácticamente apreciable su presencia con una simple lupa, hace que sea una especie inconfundible. Es un excelente comestible que se empieza a comercializar proveniente de Italia pero con cuentagotas, con un aroma y sabor agradables a trufa con matices de ajo.

Grifola frondosa

Características:

Carpóforo formado por una base generalmente maciza de color blanquecino, no siempre visible dado que a veces está dentro del sustrato, de la que parten numerosos sombreros que se van abriendo y extendiendo de forma imbricada pero individual, soldados entre sí pero aislados. Cada uno de estos sombreros se va desarrollando en forma de lengua al principio y con posterioridad se abren más como un abanico, en su primera etapa con el borde redondeado y después extendido, con un tamaño de hasta 6 cm de largo. La superficie de los sombreros es fibrilosa, estas fibrillas le confieren un tono grisáceo sobre un fondo más claro, aunque hay especímenes que desarrollan un tono más marrón. Todo el conjunto forma una masa que puede alcanzar notables dimensiones, desarrollándose más a lo ancho que a lo largo o viceversa como en nuestra recolecta, pudiendo alcanzar 50 cm.

Himenio formado por tubos de color blanco, cortos, no más de 2 o 3 mm, y por poros también blaquecinos de entre 2 a 4 por mm, al principio redondeados y volviéndose más angulosos con el tiempo, que se prolongan de forma decurrente y que son totalmente inmutables al roce.

Pie inexistente como tal, los sombreros si tienen una prolongación que sirve de unión con otros sombreros, pero que no es un verdadero pie, y tampoco debemos considerar como tal la base que une el conjunto al sustrato. Si existe una forma, Grifola frondosa f. intybacea, que tiene menos sombreros y algo más parecido a un pie.

Carne de espesor medio, al principio blanda pero volviéndose tenaz y elástica en los ejemplares adultos, de color blanquecino e inmutable al corte, olor fúngico suave de joven, algo más fuerte de vieja, y sabor suave, poco destacado.

Hábitat:

Especie poco común de forma silvestre, pero que se cultiva en muchas zonas con fines, gastronómicos en menor medida, y más bien medicinales. Suele fructificar en la base de árboles vivos, comúnmente de hoja ancha como castaños o robles, aunque no exclusivamente, provocando pudrición blanca, es una especie parásita que parece ser que también podría comportarse de forma saprófita. Nuestra recolecta se efectuó en el monte Ganguren en Galdakao (Bizkaia), en la base de un arbol vivo de roble americano (Quercus rubra). Es una especie cuya fructificación es bastante aleatoria, dado que no suele hacerlo todos los años sino cada 3 o 4 años, generalmente durante el otoño como en nuestro caso.

Observaciones:

Existe mucha tradición en paises orientales con la utilización de esta especie para uso medicinal, se la atribuyen numerosas propiedades, algunas de ellas comprobadas y otras más propias de la superchería popular, por lo que debemos fitrar la información antes de consumir estos preparados, no deja de ser una medicina aunque su origen sea natural. Estudios serios si demuestran sus beneficios como complemento de los tratamientos habituales de determinados cánceres, reduciendo los efectos secundarios de la quimioterapia, o como inhibidor para reducir las posibilidades de metástasis, aunque no cura la enfermedad. Solo los ejemplares muy jóvenes pueden comerse, dado que la carne se vuelve tenaz. Guarda mucho parecido con la Meripilus giganteus, de sombreros mucho más grandes y cuya carne ennegrece de forma notable, también con Polyporus umbellatus, que si forma individuos completos con sombrero y pie bien diferenciados.

Tuber magnatum

Características:

Carpóforo con la característica forma de las especies de su género, como si se tratara de pequeñas patatas enterradas, esta forma tuberculada no suele ser, sin embargo, demasiado regular, dado que lo más habitual es que presente protuberancias y sea lobulada de manera irregular, de forma diferente según el ejemplar, alguno de ellos puede tener forma de turbina. Tiene un tamaño muy variable, la mayoría de ejemplares no excede de los 6 cm de diámetro, pero en ocasiones se encuentra algún ejemplar que supera los 10 cm y que puede pesar hasta 800 gr, ejemplares que suelen ser subastados. A pesar del popular nombre de trufa blanca, en contraposición a las negras (Tuber melanosporum), no tiene este color, sino que es de color ocre claro, a veces con algún tono gris olivaceo.

Peridio más bien fino, adherido a la gleba, sin que se puede separar por tanto de la misma, de un color fundamentalmente ocre claro, de forma ocasional algo verdoso, pero no blanco, si lo observamos detalladamente con una lupa se aprecia una cierta granulosidad fina, pero a los ojos es aparentemente liso.

Gleba compacta y firme, de color muy variable en función del grado de maduración del ejemplar, en las primeras etapas del desarrollo blanquecina, adquiriendo diferentes tonos ocres o marrón rojizo, incluso rosados o amarillentos, pero siempre con la presencia de unas venas de color más claro, que se distribuyen de manera irregular y sinuosa a través de la gleba.

Carne consistente, firme, con un olor muy intenso, propio de las trufas, que algunos comparan con el olor de determinados componentes gaseosos, y que puede resultar excesivo para olfatos no acostumbrados. Su sabor es también intenso, pero muy agradable, característico de la especie, una mezcla complicada de definir, en comparación con la trufa negra, la que nos ocupa suele tener un matiz algo más aliáceo.

Hábitat:

Se trata de una especie de crecimiento hipogeo, a veces se encuentra a pocos centímetros del suelo y otras mucho más enterrada, a la que le gusta los suelos calizos, arcillosos, sin piedras, compactos y con abundante vegetación, generalmente en zonas donde suele correr agua. Es muy especifica de determinadas zonas del Piamonte italiano y de la región de Istria, que comparten Eslovenia y Croacia. Suele relacionarse de manera simbiótica con diferentes árboles de hoja ancha, desde robles o encinas hasta tilos o avellanos. Su época de fructificación va desde principio del otoño hasta el invierno, y su producción suele estar ligada a las lluvias que se producen en época estival.

Observaciones:

Estamos con toda probabilidad ante la especie de hongo comestible más caro y cotizado del mundo, su precio en el mercado suele ser astronómico, variable en función de la productividad anual, pero siempre de varios miles de euros. Se acaba de publicar un estudio de científicos franceses que dicen haber conseguido cultivarla, hasta la fecha solo se ha podido recolectar de forma silvestre. Por sus especiales características organolépticas y macroscópicas, es una especie que se diferencia con facilidad, aunque a veces hay quien quiere hacer el agosto metiendo gato por liebre con la Tuber borchii, especie mucho más pequeña y con marcado olor y sabor aliáceo, comestible bueno pero de inferior calidad que la descrita en esta ficha.

Tuber nitidum

  • 13 Diciembre 2021 |
  • Publicado en Especies

Características:

Carpóforo de tamaño más bien pequeño para el género, el diámetro de los ejemplares recolectados oscila entre 1 y 3 cm, con la típica forma tuberculada o de pequeña patata habitual en las especies de Tuber, un tanto variable, a veces subglobosa y otras más irregular, con prominencias pero escasamente lobulado. Suele tener un color igualmente variable dentro de los ocres, desde ocre claro a tonos próximos al pardo en ejemplares más maduros. No presenta una cavidad basal propiamente dicha al estilo, por ejemplo, de Tuber excavatum, pero muchos ejemplares, si tienen una especie de arruga o hendidura característica en la zona más proxima a la unión micelial.

Peridio plectenquimatoso, liso y glabro, ni contiene pelos ni posee verdaderas papilas como sucede en especies afines, si acaso algo pruinoso, bastante grueso, pudiendo superar las 500 micras de grosor, y prácticamente inseparable de la gleba. A pesar de que se pueden encontrar ejemplares casi blancos cuando son muy jóvenes e inmaduros, lo mas habitual es que sean de color ocraceo, hasta tonos casi pardos de viejos.

Gleba compacta, consistente, dura, de color blanquecino en la primera etapa de desarrollo, adquiriendo tonos rosados a ocres, y oscureciéndose notablemente con la maduración. Posee venas de color blanquecino que mantienen un tono más claro que el resto de la gleba incluso al madurar.

Carne que es la propia gleba en realidad, muy consistente, con agradable olor trufado en los ejemplares jóvenes, que se va haciendo más fuerte con la maduración, llegando a resultar algo desagradable al final, su sabor no es malo, como de frutos secos en especímenes jóvenes.

Hábitat:

Especie que fructifica de forma bastante abundante en los encinares del sur de la península, ligada a Quercus ilex aunque no de forma exclusiva, también está referenciada en otros árboles como Quercus rotundifolia o Quercus pyrenaica, sin embargo en el norte no es tan prolífica. Suele fructificar en grupos más o menos numerosos, de forma hipogea, desarrollándose a lo largo de la primavera, alcanzando su estado óptimo de maduración durante el verano y principio del otoño. Nuestra recolecta está efectuada en la provincia de Alava, y ha sido localizada también bajo Quercus ilex.

Observaciones:

Especie comestible no muy apreciada, debido en parte a su pequeño tamaño y a su carne algo dura. Es una especie que podemos enclavar dentro del complejo del Tuber rufum, algunos autores la consideraban como una variedad de esta, pero en la actualidad tiene taxón propio gracias en parte a los análisis de ADN. Tuber rufum, Tuber ferrugineum, y Tuber pustulatum son especies afines muy complejas de diferenciar entre sí, incluso con un análisis microscópico no se observan diferencias, en parte por culpa de la gran variabilidad de tamaño y forma de las esporas de estas especies, incluso entre ejemplares extraidos de un mismo micelio. Sin embargo, las tres tienen peridio papiloso, y Tuber nitidum es así la única especie diferenciable macroscópicamente dentro de este complejo al tenerlo totalmente liso.

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